Cómo conducir y cómo no conducir un coche automático

Conducir un coche automático es mucho más sencillo que manejar uno de cambio manual. Pero si nunca lo has hecho, puede que al principio te encuentres un tanto despistado, con la sensación -real- de que te faltan cosas, elementos de conducción. En este ‘post’ te ofrecemos una serie de consejos sobre cómo debes llevar un coche de cambio automático, y qué errores son los más comunes en su conducción.
- Lo primero que hay que hacer es familiarizarse con los pedales. A diferencia de los de cambio manual, en los automáticos sólo hay dos: el de la derecha es el acelerador, y el de la izquierda, el freno, que suele ser más largo y alto que el otro). No hay pedal de embrague. Lo normal es que al principio trates de conducir usando los dos pies: es un error. Para evitarlo, se recomienda apoyar el pie izquierdo sobre el reposapiés. Y un consejo para zurdos: usa mejor el pie derecho para manejar los pedales.
- Debemos memorizar las posiciones de la palanca de cambios, de manera que no tengamos que dirigir constantemente la mirada hacia ella, con el peligro que ello supone para la conducción. Lo normal es que la palanca tenga cuatro posiciones.
Park: Identificada por la letra P. Sirve para inmovilizar el vehículo. Algunos modelos no permiten poner en marcha el motor cuando la palanca de cambios permanece en esa posición.
Reverse: Marcha atrás (letra R).
Neutral (N): es el punto muerto.
Drive (D): es la posición que se usa para conducir.
¿Como se pone el coche en movimiento? Hay que pasar de la posición P a la D. O a la R en el caso de que quieras salir marcha atrás. Pero, recuerda, para realizar esta acción siempre hay que pisar el pedal de freno.
¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de manejar un coche de cambio automático? Uno de ellos es muy similar al que muchos conductores cometen con sus vehículos de transmisión manual: el de pone el coche en punto muerto cuando está en marcha. En el caso de los automáticos, equivale a circular en la posición N. Creemos que de esta forma ahorraremos algunos litros de gasolina. No es cierto, y además perderemos cierto control sobre el coche. Y se daña la transmisión del vehículo.
Otro error más o menos común es el de pasar de Directa a Retroceso cuando el coche aún está en movimiento. Si lo haces de vez en cuando, y a una baja velocidad, es muy probable que no ocurra nada. Pero si es una maniobra frecuente, supondrá un esfuerzo extra ala banda de transmisión, que se desgastará de manera prematura.
Seleccionar la N en un atasco. Con el coche de cambio manual lo habitual es que, cuando estamos en un atasco o en un semáforo, pongamos el punto muerto para no desgastar la caja de cambios. Pero las que montan los coches automáticos están preparadas para ello, por lo que es más perjudicial cambiar la palanca a distintas posiciones que dejarla en la D.
Pasar de la P o la N a Directa pisando el acelerador. Error. Para esta maniobra hay que pisar el freno. Sólo hay que acelerar cuando la palanca esté ya en la posición D. De esa forma se evitará desgastar la turbina de la transmisión.