Consejos para conducir en días calurosos

Cuando el sol cae a plomo, pero no tenemos más remedio que emprender un viaje, conviene seguir una serie de consejos que pueden evitar los malos ratos producidos por el calor. Aquí van algunos.
-En primer lugar, y dentro de lo posible, tendremos que eludir las horas de más insolación. Existe la posibilidad de conducir de noche, aunque no es algo que a todo el mundo agrade y desde luego entraña no posos riesgos. Por tanto, quizá lo mejor sea iniciar el viaje a primera hora de la mañana, o a última de la tarde. En ambos casos, mucho cuidado con el sol: no por su intensidad, sino porque, dependiendo de la orientación de nuestra marcha, nos puede dar de frente con el consiguiente riesgo de quedar deslumbrados.
-Iniciar el trayecto descansado. Y evidentemente, sin haber consumido medicamentos y/o sustancias estupefacientes en las horas previas. Para evitar somnolencia es recomendable no comer demasiado antes de agarrar el volante.
-Descansar también durante el trayecto. Se recomienda realizar una parada al menos al cabo de dos horas de conducción. Es el momento de refrescarse e hidratarse. Ah, y si se puede dejar el coche a la sombra, miel sobre hojuelas.
-Usar bien el climatizador -si el coche dispone de él-. Se recomienda mantener una temperatura de entre 20 y 24 grados. Y que el aire que sale por las toberas no apunten directamente a zonas sensibles de coger un resfriado.
-Llevar ropas ligeras y, en la medida de lo posible, utilizar las gafas de sol.
-Se recomienda no fumar dentro del coche, ya que está demostrado que los compuestos químicos del tabaco incrementan la sensación de cansancio.